Metáfora y símil
La metáfora es un tropo o figura poética que consiste en el desplazamiento del significado entre dos palabras o términos, para expresar una relación que acentúa o le atribuye ciertas características. Una metáfora puede embellecer una descripción, resultar cómica, irónica, ofensiva, dar un giro inesperado o incluso resultar enigmática, misteriosa.
Comúnmente, las metáforas se entienden como figuras retóricas o de ornato del lenguaje, y se componen de tres elementos:
- El objeto de lo que realmente se habla (tenor).
- El objeto que se invoca o se nombra (vehículo).
- La relación entre ambos términos (fundamento).
Así, es posible hablar de dos tipos de metáfora, principalmente: la explícita, cuando los dos términos aparecen en la expresión; y la implícita, cuando el tenor no aparece sino que debe ser inferido o deducido a partir de la expresión.
El símil es una figura retórica que consiste en establecer una relación de semejanza o comparación entre dos imágenes, ideas, sentimientos, cosas, etc.
Una característica fundamental del símil como figura literaria, es que el símil es introducido por un elemento relacional, es decir, una palabra que establece una relación explícita entre dos elementos.
El símil permite conectar diferentes elementos de una forma simple y eficaz para ofrecer una nueva forma de ver o entender una cosa determinada, pues opera trasladando las características o rasgos, simbólicos o evidentes, de una cosa a la otra.
